En Madrid no nieva a menudo, pero cuando lo hace las consecuencias son caóticas. En la nevada de anoche los conductores quedaron atrapados (mira las noticias de arriba) durante horas en una de las autopistas. Cuando era niño y nevaba en abundancia, se cancelaban las clases en el colegio y me quedaba en casa todo el día mirando por la ventana. Cuando dejaba de nevar bajaba a la calle y jugaba con la nieve hasta que no sentía las manos de frío. Entonces regresaba a casa y calentaba las manos en el radiador, lo cual dolía un montón.
Fotos e información: El País y El Mundo
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